Fan

De partida me declaro fome. Soy una persona bastante apagada en varios sentidos, y es por eso que el ver los noticiarios esta noche me motivó a lanzar el tema. No comprendo a los fanáticos ni al fanatismo. Veo presentarse artistas en festivales y shows, y la primera imagen que aparece en pantalla es un grupo heterogéneo de personas gritando y llorando descontroladamente por la presencia de uno o varios seres humanos en frente de ellos, desarrollando tal o cual actividad artística (a veces extrapolable a deporte o política). Luego esos mismos que gritaron y lloraron toda la presentación declaran a los periodistas de turno lo fantástico que estuvo el show. Veo también "declaraciones de amor" por alguien que no conocen y que no los conoce, y cuyo encuentro dudo que alguna vez se efectúe...

Dejando en claro que no es mi intención criticar estas actitudes pues no tengo ninguna autoridad moral especial para criticar nada (y si alguno así lo sintiera me disculpo inmediatamente), es que deseo plantear a los desafortunados que cayeron acá mis humildes preguntas:

¿Qué lleva a las personas a dormir frente a un estadio para alcanzar un mejor lugar dentro de un espectáculo?

¿Qué mueve luego a ese mismo ser humano, que sacrificó tiempo y comodidad para lograr un mejor lugar, a estar todo ese espectáculo gritando, sin ser capaz de ver o escuchar nada de lo que su artista hace, y por lo cual pagó?

¿Qué lleva a un barrista a estar todo un partido saltando y cantando de espaldas a la cancha, sin ver el partido del club de sus amores?

En resúmen, y como pregunta final, si es que alguien llegó a esta parte del texto sin proferir insulto alguno contra mi persona:

¿Porqué algunas personas necesitan ser fanáticas de algo o alguien?

Para terminar, la consabida canción del final de cada post. Esta vez será mi interpretación de I follow the sun, de The Beatles, mi grupo favorito de toda la vida, ¡¡¡¡LOS AMOOOOO!!!!. Saludos sangrientos...

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Muerte

Encontré en el blog Sapu Dr. Juan Solorzano un post acerca de la muerte, y más específicamente, sobre la dignidad al morir. Tal como comenté en el blog, soy partidario de preocuparse de vivir dignamente, y una vez que se eso se haya logrado empezar a pensar en la muerte y su dignidad. Mi concepción de la muerte es la de un paso de un estado a otro, por ende me intereso más en el trayecto que en el final.

Pero hay algo que me llama bastante la atención, y es la gran cantidad de comentarios que generó dicho post (qué envidia!!!). Pareciera que la vida ya no es tema, sino la muerte. Eso puede llevar a muchas interpretaciones, que obviamente pasan por la subjetividad de quien escribe, en este caso yo. Tal como José Luis, trabajo en un centro de salud, con pacientes principalmente de la tercera edad, por ende es frecuente para mí ver la partida de pacientes que conozco hace años; este hecho puede provocar en mi visión un sesgo importante, que prefiero destacar para quienes lean este post. Por otro lado, uno de mis blog, Doctor Blood, trata el tema de la muerte cotidianamente, desde un punto de vista "literario" que va desde el terror hasta el humor, y eso también puede ser otro sesgo. Pero vamos a los detalles.

Al ver la edad de quienes comentan el post acerca de la muerte, me encuentro con gente bastante joven, y con algunas frases que pueden llegar a ser perturbadoras según el cristal con que se miren (¿depresión subdiagnosticada?). Por otro lado, la gran mayoría habla del perdón de diversas situaciones. Eso me hace pensar que la calidad de vida actual está lo suficientemente deteriorada como para que actuemos irracionalmente a cada rato, no amemos la vida, y en algunos casos se vea la muerte como un fin más que como un paso obligado. Mis preguntas a los que cayeron a este blog, y lograron llegar a esta parte del texto sin quedarse dormidos:

¿qué tenemos que hacer para que la vida vuelva a ser tema de conversación, y centro de la existencia?

¿estamos conformes con nuestra vida?

¿merece llamarse "vida" la existencia que llevamos hoy en día?

De regalo (o tortura) les dejo mi versión de It never rains in California, de Albert Hammond. No tiene nada que ver con el tema, pero es la única canción que me queda de reserva en el castpost.

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Kadyja

Hace 7 años y 4 meses atrás inicié un camino común con una mujer muy especial. ¿Qué puede tener de especial una mujer en estos días, en que todo o casi todo es reemplazable y modificable? Las características de personalidad de un individuo son muy difíciles de cambiar, pese a los embates de la vida, o a la recurrencia de dichos embates. Pues bien, una cualidad que en verdad es muy difícil de encontrar en estos días es la tolerancia. Esa cualidad es la que hace a esta mujer muy especial.

Pero para demostrar una característica especial como la tolerancia, debe existir una contraparte que genere el brillo de esa cualidad; en este caso puntual, mi personalidad. Soy un individuo bastante difícil, cambiante, odioso e inclusive agresivo (por eso lo de blood). Esta especial mujer ha aguantado 7 años y 4 meses a este mañoso individuo de personalidad cambiante, dándole otro cariz a la palabra amor. Es por eso que dedico este post a la mujer que me ha acompañado durante este largo periplo, y que espero que tenga bastante reserva de tolerancia en su casa para que me siga acompañando por muchos años más. Kadyja, te amo.

Para no salir de mi línea editorial, aquí me tienen rebuznando Massachusetts, de los Bee Gees. ¿Porqué? Por que kadyja la escuchaba hoy en la tarde , sólo eso.

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Dosificación

Desde que empecé hace algunos meses con este asunto de los blogs, he empezado a aplicar mis conductas de vida a este hobby-adicción. Me he dado cuenta que estoy estableciendo una frecuencia de publicación semanal, y que a veces he llegado a ponerme obsesivo con el respeto a dicha frecuencia. Creo que inconcientemente estoy dosificando mis post, por el temor a no tener qué publicar. De hecho, puede que en algún instante eso suceda con Ideas vagas, dado que ese blog contiene mis pseudopoemas de la época universitaria (algunos con más de 15 años), y obviamente no tengo una cantidad ilimitada. Mi polola (novia para los visitantes de otros países) me ha dicho que vuelva a escribir, pero no lo veo tan fácil, por un asunto de temática y estilo.

En Doctor Blood la situación es diferente. Ya que las historias y poemas que publico son de "terror", las posibilidades de escribir cosas sin necesidad de alguna especial influencia anímica (no vayan a creer que son vivencias, tan psicópata no soy, hasta ahora...) son mayores, y mantengo una cierta reserva de escritos para ir publicando. Como en Ideas vagas la temática es más bien depresiva, no pretendo volver a pasar malos momentos con la sola finalidad de tener "inspiración" para publicar... De Secrets Ideas mejor no hablo, es un blog sin pies ni cabeza en el cual publico cuando quiero practicar mi tarzanesco inglés...

Estoy intentando romper la tendencia de la dosificación de los post por lo menos en este blog, pero ya estoy cayendo en el mismo vicio: como tuve la loca idea de publicar canciones en cada post, y no tengo equipos de alta fidelidad para grabar (producciones "tarjeta de sonido ltda.") ni el tiempo para mantener un stock de canciones ilimitado, es que también estoy empezando a dosificar las publicaciones. Intentaré romper este círculo vicioso, aunque sea en este blog.

Antes de despedirme por ahora me gustaría hacer una pregunta a los desafortunados que caen por acá: cuando hice este blog mi intención era mantenerlo en secreto, sin linkearlo ni promocionarlo desde mis otros blogs, ni entre los bloggers que conozco, para que así llegaran sólo los curiosos o aquellos que cayeran por accidente. Sin embargo, ya mi gigantesco ego está empezando a presionar para que de a conocer con bombos y platillos este experimento. Mi pregunta es:

¿debo dar a conocer y publicitar este blog?

No les aseguro que su respuesta sea una exigencia para mi, pero de todos modos será una influencia, positiva o negativa...

A los que han llegado hasta acá (íconos de la paciencia), si lo desean, los invito a torturarse escuchando cómo destruí el tema "Impossible Dream", de la ópera "Man of La Mancha" (el más lírico al micrófono...)

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Métrica

Ayer recibí una invitación en Doctor Blood, para participar en un poema comunitario con formato de Tanka, una forma de poesía tradicional japonesa. Obviamente acepté gustoso la invitación, pues me parece entretenido esto de ir sumando estrofas de distintas personas, porque el sentido final del poema termina siendo una mezcla de diversas sensibilidades bastante interesante de analizar.

Pero a raíz de esto surge un cuestionamiento. Estas formas de poesía tradicional tienen una métrica fija, en este caso particular líneas de distinto número de sílabas, 5-7-5-7-7. Ahora bien, ¿debe la poesía, o cualquier forma de expresión de arte, enmarcarse en cánones rígidos? Se supone (más bien supongo) que el arte es una expresión de la sensibilidad del autor. Es así como todos los sentimientos humanos, de los buenos y de los otros, pueden verse reflejados en una obra de distinta índole, dependiendo de los gustos y capacidades de quien las crea. Para cada sentimiento, cada individuo en el mundo tiene un distinto modo de expresión, inclusive distinto para ese individuo en diferentes etapas de la vida. ¿Debe esta persona limitar la expresión de sus sentimientos a una métrica establecida, o a una norma preexistente?

Ciertamente existen miles de formas de "arte", y cada cual puede ceñirse a la que más le acomode en cada momento de su vida, y si lo que sintió lo expresó de un modo que no calza con el estilo buscado, lo más seguro es que calce con otro; y si no existe, se le puede llamar "estilo libre"... pero así y todo, ¿puede criticarse una obra por no calzar con cánones establecidos? De hecho mi pregunta final, al que tenga la desgracia de caer en este blog es :

¿debe un ser humano criticar el modo en que otro expresa sus sentimientos, por un asunto meramente de forma, y no de fondo?

Para rematar, aquí tienen mi versión de The air that I breathe, que NO es de Simply Red, sino de Albert Hammond, un músico de los años '70. Si tienen ganas de sufrir (y no por la letra), escúchenla...

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