lunes, marzo 13, 2006

El día después

Con esto del cambio de gobierno se me iluminó la ampolleta. Todos han estado preocupados del día en cuestión del cambio de gobierno: ceremonias, fiestas, felicitaciones, fotos, chascarros. Pero también pasan otras cosas mucho más frecuentes y cotidianas: regreso a clases, vuelta de vacaciones, ingreso al colegio, ingreso a la universidad. Tal como en el primer ejemplo, viene una serie de preocupaciones acerca del día “D”: uniformes, despertadores, ropa, bolsos, documentos, utensilios, desayunos a la carrera, llantos, alegrías, saludos, reencuentros, fotos, mechoneos, trámites. Y de pronto parece que toda nuestra energía y preocupación se centra en un solo día, como si el resto del año no existiera o no importara, o como si esperáramos que la ley de la inercia nos tome de la mano y nos lleve por el resto del camino a seguir.

Entonces nos encontramos con un grupo heterogéneo de individuos, de todos los grupos sociales, edades y sexos que llegan preocupados de un solo día, y más precisamente, de algunos minutos de ese primer día, desentendiéndose de lo que sigue a ese instante o a ese día. Parece que toda la existencia y toda la importancia de los potenciales objetivos planteados para el año se centraran en ese primer pedazo de día; o como si se esperara que la “fortuna” que se genere ese día sea preámbulo (o alcance) de todo lo que viene a posteriori.

¿Adónde voy con tanta cháchara? A que los objetivos que nos podemos plantear en nuestra existencia se ven opacados por cosas menores la mayoría de las veces. A que tendemos a anclarnos al azar como eje de nuestro devenir: “todo depende de cómo te vaya el primer día”, “tienes que empezar el año abrazando a alguien del sexo opuesto para que te vaya bien”, “tienes que usar calzones amarillos a fin de año”, etc. Con esto no pretendo denostar tradiciones simpáticas, pero sí poner énfasis en la aparente poca confianza que tenemos en nuestras posibilidades, en la capacidad que tenemos de arreglar las dificultades sobre la marcha, o las posibilidades de planificar actividades para el año que viene, pero no con buenas o mágicas intenciones (ojalá me gane el kino este año para no trabajar más) sino con un plan de acción definido con objetivos y plazos (e inclusive planes de contingencia o planes alternos si uno de los primeros no se cumple). Suena tal vez a ciencia ficción en chilito, o inclusive suena casi como un curso de superación personal; pero si lo analizamos fríamente, algo así no implica una mente superior ni estudios universitarios de postgrado. Si un dueño de casa es capaz de organizar su presupuesto para que dure hasta fin de mes, o sea, es capaz de programar un mes, debería ser capaz de programar 12; si una madre soltera puede organizar su tiempo para que le alcance para trabajar y cuidar a sus hijos, puede también plantearse objetivos a un futuro mediato.

Luego de toda esta lata, termino mi texto (algo desordenado por lo demás) con las típicas preguntas fomes de siempre:

¿Somos capaces de planificar, aunque sea en un pequeño porcentaje, nuestras vidas?

y si lo somos, ¿lo hacemos?

y si lo hacemos, ¿lo evaluamos?

Para finalizar, el rebuzno de fin de post. En esta oportunidad mi canción favorita, In my life de The Beatles. Los que sepan inglés y no la hayan escuchado, fíjense en la letra, pero primero consigan una versión bien pronunciada para que la logren entender. Saludos sangrientos...


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4 Comments:

Blogger Sorecita said...

...mmmm...complejo dilema, por una parte hay cosas que debo planificar lo mejor que se pueda (Plata para vivir) pero aun asi me chamboneo....y por otra parte, y absolutamente en lo personal, me carga planificar, siempre he tenido la sensación de que todo lo que uno planifica a la larga no sale como uno quisiera, mi espiritu libertario (ja) opta por no pensar tanto y aprovechar las oportunidades cuando aparecen...algo asi como el famoso vivir al dia (que es una soberana mentira) pero de forma aterrizada....

Las Sores

10:01 a. m.  
Blogger Unmasked (sin caretas) said...

Doc,

Mil gracias por la invitacion.
Me gusta mucho este post. La gente cree que el primer dia marcara la tendencia del resto del anio, es como un augurio de lo que pasara despues...pero no tiene porque ser asi. En este pais donde yo vivo, la gente no planea el anio, planea los 5 anios siguientes de su vida, aveces 10, es totalmente cultural.
Hay gente que vive al dia, y "la va timoneando como puede" y otros que se pueden dar el lujo de planear y organizarse en los proximos 10 anios.

Muy agudo el post. Un reflejo de lo que es usted doctor.

Gracias y un beso sin sangre

PETRA

10:52 p. m.  
Blogger Ursida said...

Mi estimado doc :

¿Planificar?
Huuuummmm...
Deberá usted admitir mi estimado doctor que planificar, así con todas sus letras, en estos tiempos que corren no es lo quepodríamos llamar precisamente una tarea fácil...
[cada vez menos fácil]

¿Por que?
¿No se ha fijado usted que las cosas cada día suceden con mayor rapidez?
¿No era hace tan poco que estábamos celebrando esos primeros días del año y en este momento vamos en la mitad ya del tercer mes?
[¿¡¿¡¿tercer mes ya?!?!?... si... que terrible]

Yo siento que todos [quien mas, quien menos] somos capaces de planificar en alguna medida...
Pero no necesariamente todos lo hacemos... por distintas razones : porque planificar no se acomoda a su modo de vida, porque le aburre, porque le da flojera, porque lo siente no necesario...
Creo [y esta es mi opinión muy personal] es que hay que ser muy ordenado y estructurado para planificar y mas encima luego de aquello someterse a aquella planificación... y mas aún al final evaluar... ¿¿¿evaluar???
¿Quien evalúa lo que planifica?
Hay que ser "demasiado organizado y estructurado"...
¿O no?

El tema está muy bueno...
Me gusto...
Excelente...
Nº 1 en mi lista ;-)

Nos leemos en cualquier formato...

1:14 a. m.  
Blogger Quijote Frustrado said...

no soy partidaria de las planificaciones!!! es decir... es relativo... hay que planificar ciertas cosas para no andar en el aire, pero cuando a veces una planifica ciertas actividades, se encuntra en medio de ellas y sucede que las cosas no salieron asi, o hay ante sun percance, o hay un retroceso... en fin! no todo s epuede controlar... y también hay que saber improvisar, y adaptarese a lo que venga... o no??
muchos evaluamos, y muchos a veces salimos mal evaluados... pero no es necesario planificar para evaluar nuestro comportamiento..... o si?
que bueno que no renucnió....me habría quedado sin este tipo e divagaciones!!
saludos oscuros

9:22 p. m.  

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