Estoy aburrido XX: El Origen del Culo

os países latinoamericanos destacamos por la increíble capacidad de darle importancia a cosas que no la tienen. Por algún extraño motivo (por lo menos para mi lógica) estamos empecinados en una suerte de “guerra” de orígenes con nuestros vecinos del norte.

Primero empezamos con el pisco. Que la ciudad, que el origen, que la inscripción, que el día del pisco, que el sour, que la piscola. Ahora apareció en un noticiario el nuevo “conflicto”: la papa. Que el día de la papa, que el año de la papa, que inscribamos variedades, que la denominación de origen, que es mía y no tuya. Pues bien, acabo de descubrir cuál será el nuevo foco de desencuentro entre nuestros gobiernos: el origen del culo.

Primero empezarán hablando en televisión de quiénes tienen el culo más grande, duro y redondo. Luego algún antropólogo (o proctólogo en este caso) se sumergirá en las profundidades del culo para definir su origen. En un par de meses los ministerios de relaciones exteriores y economía de ambos países presentarán sendos escritos que demuestran que en su país se originó el culo: cada cual lo inscribirá a su nombre. Más de alguno querrá patentarlo; en el lapso de una semana habrá varios intentos a ambos lados de la frontera por inscribir los dominios culo.com, .org, .net y hasta .gov. Y de pronto, cuando menos lo esperemos, estaremos celebrando el Día Nacional del Culo…

Esa es nuestra realidad. Teniendo tantos puntos de acuerdo nos empecinamos en encontrar los de desencuentro. Teniendo tantos potenciales que nos podrían hacer países desarrollados en el mediano plazo luchamos por demostrar que nuestras mentes aún son tercermundistas. Definitivamente nos estamos farreando la posibilidad de crecer como continente por la estúpida falacia de ser más que el vecino.

¿Juguemos? Los invito a inventar sus propios conflictos inútiles con nuestros vecinos, a ver quién le achunta. En esta ocasión no dejaré rebuzno, pues la próxima semana los haré votar por los temas de mi cedé a ver cuál les gusta más, o disgusta menos. Saludos sangrientos.