-Hola, tanto tiempo sin verte.
-Cierto, ¿cómo has estado?
-Bien, ¿qué ha sido de tu vida?
-Ahí, tranquila dentro de todo. Oye, a propósito de vida, ¿eres tú la autora de esta novela?
-Claro.
-Si yo sabía que eras tú. ¿Y qué te dio por escribir?
-Nada, desde siempre he escrito y de un día para otro se dieron las cosas y pude publicar.
-Qué bueno, te felicito.
-Gracias. Oye, y ya que tocaste el tema, ¿qué te parece la novela?
-Igual es medio complicada para ser novela romántica, pero…
-Disculpa pero la novela no es romántica, es de aventuras.
-¿De aventuras? Si de aventura no tiene nada, es la típica novela rosa, yo no leo novelas de aventuras.
-Ehhh… a ver, no sé pero creo saber lo que escribí.
-Y yo estoy segura que sé leer…
-… entonces no estamos hablando del mismo libro…
-Pero si…
-Disculpen que las interrumpa pero ¿no es usted la autora de este best seller?
-Sí, soy yo.
-¿Sería mucho pedir que me la autografiara?
-Para nada… oiga, ¿nos podría decir qué le parece?
-Excelente, soy fanático de los libros esotéricos…
En mi diálogo antojadizo anterior toqué el tema de la mala comprensión de lectura en nuestro país, lo cual da para muchos análisis desde diversos puntos de vista. Pero quiero irme ahora al otro extremo. Damos por sentado que porque un texto está impreso todo en él está hecho correctamente. Muchas veces los autores intentan entregar un mensaje, el cual no siempre tiene que estar claro para todos. Pero no todo es culpa del lector. Si consideramos que estamos en un país con un pobre nivel de comprensión de lectura, ¿qué nos asegura que el que escribe no tenga acaso el mismo problema? ¿no es posible acaso que muchos de los problemas en la entrega de un mensaje no estén en el receptor sino en el emisor? Es cierto que hay temas (mayormente técnicos) que requieren cierto nivel de conocimientos básicos para poder ser entendidos y que si son leídos por gente sin esa base podrán ser malinterpretados, pero la literatura universal no debería tener obligatoriamente requisitos básicos para poder ser leída y entendida.
Vamos ahora a nuestra realidad. Los que están leyendo esto escriben en sus propios blogs, y sea cual fuere la temática entregan mensajes en cada post. ¿Estamos seguros que decimos lo que queremos decir al escribir nuestros textos? No me refiero por supuesto a la poesía que según mi parecer debe ser sentida y no entendida (o no necesariamente entendida) sino a los post como éste que intentan abordar algún tema específico, o a los comentarios que hacemos a los post que leemos (que a veces también pueden tener más de una interpretación). Mi llamado es a intentar ser lo suficientemente claros al escribir para que no seamos malinterpretados, o por lo menos para que dicho error de interpretación no sea de nosotros como emisores de un mensaje.
Para terminar este post les dejo el último rebuzno que tengo en mi reserva. Probablemente me demore un poco en tener covers nuevos, así es que lo más seguro es que a partir de la próxima entrega haga lo que hice el año pasado cuando me ocurrió lo mismo: hacer encuestas para que ustedes, víctimas de mi sadismo musical, voten por sus rebuznos favoritos en este blog y así me den tiempo de grabar más temas. No se hagan ilusiones, no ganarán ningún premio por votar, sino simplemente el placer de destacar aquellas interpretaciones que más les gusten (. . .) Pues bien, aquí les dejo mi versión del tema de Los Tres, Me rompió el corazón. Saludos sangrientos...
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